Anexo 3
Competencia lingüística: este concepto está enmarcado en el contexto de la lingüística generativo-transformacional de Chomsky (1957).
Según esta teoría, la competencia es el sistema de reglas lingüísticas interiorizadas por los hablantes, que conforman sus conocimientos verbales y que les permiten entender un número infinito de enunciados lingüísticos.
La competencia engloba pues, la fonología, la morfología, la sintaxis y el léxico, o sea, el conjunto de la gramática.
La competencia comunicativa es la capacidad de usar el lenguaje apropiadamente, en las diversas situaciones sociales que se nos presentan cada día.
(Himes: 1975).
El objetivo fundamental del enfoque no es aprender gramática, sino conseguir que el alumno pueda comunicarse eficazmente.
De este modo, las clases se vuelven más activas y participativas; los alumnos practican los códigos oral y escrito mediante ejercicios reales o verosímiles de comunicación; se tienen en cuenta las necesidades lingüísticas y los intereses o motivaciones de los alumnos, que son diferentes y personales.
Los diversos métodos de planteamientos didácticos que siguen esta nueva visión de la lengua, centrados en la comunicación se denominan genéricamente enfoques comunicativos. 1
(Pronap: 2000).
Hablar, escuchar, leer y escribir son las cuatro habilidades que el usuario de una lengua debe dominar para poder comunicarse con eficacia en todas las situaciones posibles. Son por consiguiente las habilidades comunicativas que el maestro debe desarrollar en clase.
(Chomsky: 1957).
1 Pronap. La adquisición de la lectura y la escritura en la escuela primaria, México, sep, 2000, p. 196