Para favorecer la reflexión sobre la lengua en el alumnado, se
requiere que en el aula prevalezcan condiciones adecuadas que permitan una
buena comunicación. Para el desarrollo de las estrategias propuestas se
recomienda que:
Establezcan en el aula un ambiente de confianza, tolerancia y
respeto en donde niños y niñas tengan la libertad de hablar, opinar y
discutir.
- Mantengan un ambiente de comunicación y colaboración constante
con los alumnos y las alumnas, de manera que todos aprendan de todos.
- Consideren las características individuales de alumnos y
alumnas, su cultura, formas de pensar, decisiones, argumentos y sobre todo su
bagaje lingüístico, como punto de partida para ampliar sus posibilidades de
comunicación.
- Establezcan distintas formas de organización de grupo: en
equipos, por parejas, en plenaria, para propiciar mayores oportunidades de
conversar, argumentar, exponer y debatir.
- No perder de vista el enfoque comunicativo y funcional al
realizar las actividades en el aula, sobre todo cuando se cometan errores, pues
éstos pueden aprovecharse para reflexionar y crear situaciones de aprendizaje.
- Estimulen a los alumnos y las alumnas, cuando participen
intercambiando sus ideas, argumentos, opiniones, lean o escriban.
- Eviten aquellas prácticas rutinarias o mecánicas que limiten
la comunicación entre los niños y las niñas.
- Realicen un registro que permita incluir diversas observaciones
sobre desempeño, actitudes, conocimientos, dificultades, avances, participación
del alumnado durante el desarrollo de las actividades, para compartirlos en el
balance de recuperando la experiencia.
|
|
En las sesiones con el colectivo docente, se sugiere retomar
aquellas recomendaciones que permitan trabajar en un ambiente de respeto,
confianza y comunicación mutua. |
|