Introducción

Con frecuencia las encontramos por todas partes. Las conocemos a través de las personas, los cuentos, las tiras cómicas, las noticias periodísticas, las biografías, las cartas, las revistas, los anuncios y los textos expositivos, entre otros muchos portadores.

Aprendimos a familiarizarnos con ellas de modo natural y espontáneo, después de nuestros primeros encuentros luminosos en la casa, en la calle y, posteriormente, en la escuela. Con su ayuda hemos escrito, leído, dicho, aprendido, enseñado. Hemos iniciado sueños y aventuras, y entablado diálogos con otros seres humanos tanto del aquí y ahora como del pasado y de lugares remotos. Hablamos de ¡las palabras!

La lectura es uno de los medios para encontrarnos con las palabras; a través de ella se construyen significados porque se interactúa con lo escrito y con quien lo escribe. El usuario de la palabra emplea varios modos de lectura para comprender e interpretar diferentes textos con funciones distintas, que le brindan la oportunidad de tender puentes hacia el gozo y disfrute de la palabra escrita.

En la escuela básica se ha considerado a la lectura como un componente fundamental, que permite a los alumnos tanto ingresar al mundo del conocimiento como disfrutar con lo leído y seleccionar textos de su preferencia para uso cotidiano.

Durante las actividades del Taller General de Actualización 2003-2004 (tga) La formación de lectores, una tarea imprescindible en la escuela primaria, los docentes tuvieron la oportunidad de reconocer el valor de la lectura como una de las habilidades comunicativas, de disfrute y de adquisición de conocimientos, lo que constituye la base para el planteamiento de acciones de lectura que respondan a procesos de aprendizaje de los alumnos y alumnas, así como para el empleo adecuado de los materiales del acervo del Rincón de Lectura y de Apoyo Educativo.

En este sentido, el cuaderno Entre el placer y el deber de leer pretende apoyar al colectivo docente en los procesos de lectura establecidos en la ruta de actualización, así como contribuir a consolidar el trabajo colegiado que se fundamenta en el diálogo interno. Para ello, las actividades están orientadas a favorecer la comunicación y la participación de la comunidad escolar (maestro-alumnos-padres de familia) a través de la expresión de ideas, conocimientos y experiencias previas como punto de partida para la generación y apropiación de aprendizajes, mediante espacios de análisis–reflexión sobre el desarrollo de prácticas cotidianas de lectura que prevalecen en el aula y en la escuela.