Introducción
Los conceptos que sobre la lectura predominaron durante muchos años ponían el acento en la decodificación, es decir, en la traducción de letras a sonidos. La comprensión de la lectura consistía sólo en la extracción del significado del texto, mientras que la tarea del lector era ser receptor de ese significado.
Es claro que en esta concepción no se considera la participación activa del lector en el proceso de construcción de significados –desde el inicio mismo del aprendizaje de la lectura–, y tampoco se concede importancia a las características de los textos leídos ni a los propósitos lectores como elementos relacionados con la comprensión lectora.
La lectura vista como un proceso en el que se efectúa –dentro de un contexto específico– la interacción entre el lector y el texto para llegar a la comprensión de lo escrito, a la construcción de los significados, exige la participación activa del lector; dicha intervención se da con toda su personalidad, sus conocimientos y experiencias previas, y sobre todo está orientada por distintos propósitos: buscar información, entretener, fundamentar opiniones, gozar de la lectura, entre otros.
Un requisito ineludible para afianzar las habilidades de lectura es tener acceso a materiales escritos con naturaleza y propósitos diversos, a la vez que a amplias oportunidades para leerlos.En este sentido, una de las tareas centrales de la escuela es proporcionar a todos sus estudiantes un ambiente alfabetizador, abundante en requerimientos para emplear la lectura y con amplia disposición de textos para realizarla.
En este sentido, el presente cuaderno de estrategias didácticas propone llevar a la práctica lo abordado durante los tga 2003-2004, los cuales están dirigidos a los maestros de educación primaria y a los profesionales de la educación especial en la entidad.