Centro de Atención Múltiple

El caso de Manuel

Manuel es un chico de nueve años, pero su aspecto físico sobrepasa a su edad cronológica, es aún dependiente de la madre en muchos aspectos de la vida, tiene dificultades en la mayoría de las áreas de las habilidades adaptativas; acude a un Centro de Atención Múltiple en un grupo de cuarto grado, pero su asistencia es muy irregular ya que se enferma con demasiada frecuencia; cuando acude, se la pasa deambulando por el salón o mirando por la ventana sin un punto fijo. El trabajo pedagógico con Manuel es hasta cierto modo imposible, ya que no demuestra intención de ejecutar alguna actividad, más bien hay que ser muy insistentes para lograr alguna participación de él. Es un niño que presenta un alto grado de agresividad hacia otras personas, no respeta edad, sexo o estaturas. Igual golpea a un niño pequeño que a uno mayor, sin causa aparente. Dentro del grupo al que pertenece poco se involucra, a menos que algún compañero intente compartir su desayuno con él, se acerca, de lo contrario permanece aislado como si nada ni nadie existiera a su alrededor, da la impresión de que se desconecta de este mundo para refugiarse en uno en el que sólo él vive. En contadas ocasiones llega de buen humor y cooperando en las actividades programadas para el inicio de la mañana y es cuando el maestro ha podido observar que le gusta cantar (lo hace de manera ecolálica), baila, juega, acepta material didáctico para recortar, pegar o pintar, pero una vez terminado este momento, no acepta por ningún motivo otra actividad. Su comunicación es mínima, únicamente solicita a través de señalamientos o gesticulaciones alguna de sus necesidades prioritarias como es el de comer, pedir agua, ir al baño o querer ir a casa. Las actividades fuera del aula parecen agradarle, ya que cuando éstas se han programado, sonríe intentando acercarse al grupo o al maestro para participar en las actividades. Manuel es atendido por el área de psicología y comunicación, donde se le han aplicado algunas pruebas psicométricas, resultando en la escala de inteligencia un nivel cognoscitivo considerado como discapacidad media. Experiencia de un maestro del Centro de Atención Múltiple de Chetumal, Quintana Roo.