CONTRAPORTADA

La publicación de El océano y sus recursos se corresponde con la exhortación de sus autores: "ñHay que conocer el mar!" En el pasado los estudios marinos eran labor exclusiva de los países desarrollados. En nuestros días y por diversas razones —una de ellas la sobreexplotación de los recursos marinos— participan en el estudio de los océanos la mayoría de los países. Existe ya la conciencia de que si seguimos usando el mar sin un conocimiento adecuado de sus verdaderas posibilidades, podría presentarse una disminución de su fertilidad y la pérdida de sus recursos, que son indispensables para el hombre.

Se sabe ahora que el océano absorbe la mayor parte del bióxido de carbono que produce la industria moderna; que regula el clima y las condiciones meteorológicas; que extrae calor de las regiones ecuatoriales y lo envía a las templadas, permitiendo así la vida en ellas. El estudio del mar, entonces, se caracteriza por la complejidad: forma una cadena enorme de fenómenos, muchos de los cuales apenas empiezan a ser comprendidos.

Uno de los temas de este volumen es la travesía del salmón que, tras pasar su vida en el mar, remonta los ríos hasta volver al lugar donde nació, para allí reproducirse y morir. La anguila tiene un ciclo vital semejante y, en cumplirlo, recorre todo el Océano Atlántico. El libro toca, igualmente, un tema capital en la vida de los océanos: cómo se comporta la energía en el medio marino y cómo la utilizan los seres que lo pueblan. Responde también a cuestiones tales como la manera de alimentarse y reproducirse los seres del mar, plantas y animales, y la razón por la que algunos animales terrestres han regresado al ecosistema marino, como las tortugas y los mamíferos del grupo de los cetáceos.

"El océano —dicen los autores— es capaz de producir más proteínas animales de lo que podría consumir una población humana mayor que la actual. En esta etapa de la historia, el problema del hombre es de mero egoísmo económico: se necesita una distribución más equitativa de lo que se produce, o de lo que fácilmente se pueda llegar a producir. Deber de la ciencia es lograr que la productividad del mar llegue a todos los hombres".

Catedrático universitario, director de la Facultad de Ciencias de la UNAM (1973-1977), el maestro Juan Luis Cifuentes y dos de sus más brillantes discípulas y colaboradoras, María del Pilar Torres-García y Marcela Frías Mondragón, han emprendido la abrumadora tarea de ofrecer al lector una obra panorámica, en doce volúmenes, que enfoca todos los ángulos de las investigaciones oceánicas. Un glosario y una bibliografía selectos aumentan el valor de este importante libro.

En la portada: Anémona. Diseño: Carlos Haces.

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