III. LA POBLACI�N MUNDIAL Y EL OC�ANO

DESDE la aparici�n de la especie humana en el planeta, su lugar de vivienda ha sido la tierra firme; sin embargo, a trav�s de cientos de miles de a�os, los hombres construyeron sus moradas cerca de un cuerpo de agua y as�, poco a poco, se fueron acercando a las orillas de los mares, principalmente estimulados por la utilizaci�n de los recursos vivos del oc�ano.

Se ha considerado que en un principio s�lo se aprovechaban aquellos organismos que las caracter�sticas de las costas y el r�gimen de mareas pon�an a su alcance, pero cuando lograron dominar las t�cnicas de navegaci�n, fue aumentando la utilizaci�n de los organismos marinos. En otros casos, la escasez de alimento de origen terrestre, que se presentaba en la regi�n en donde viv�an, los oblig� a usar los recursos marinos; esto sucedi�, por ejemplo, con los esquimales que se asentaron en Groenlandia.

Al desarrollarse las t�cnicas para la construcci�n de embarcaciones, as� como las de navegaci�n, la humanidad empez� a darle otro uso al oc�ano: el de transporte mar�timo de sus productos, inici�ndose el comercio entre las diferentes naciones, lo que ocasion� cambios en sus actividades y en su desarrollo econ�mico.

En la actualidad, la distribuci�n de la humanidad en la orilla del oc�ano mundial est� determinada por esta �ltima raz�n, y la cantidad de carga que se transporta a trav�s de los mares, as� como las distancias que se cubren con las embarcaciones, crecen en una tasa m�s grande que la de la poblaci�n mundial, debido principalmente a los cambios que se presentan en la econom�a de estas poblaciones, al aumentar las posibilidades econ�micas y sociales con el incremento de fuentes de trabajo y de infraestructura industrial, lo que atrae a estas zonas litorales a nuevos pobladores.

Para alcanzar el estado actual que presenta la distribuci�n de la poblaci�n en las orillas del oc�ano, acontecieron varios sucesos a lo largo de la historia. Las huellas dejadas por el hombre en sus primeras etapas son b�sicamente continentales; depend�a principalmente de la recolecci�n de especies vegetales, y posteriormente de la caza y de la pesca en r�os y lagos. Para realizar estas acciones se desplazaba en �reas peque�as, a partir del punto en donde un grupo humano o una tribu habitaban, describiendo una circunferencia; depend�a, por lo tanto, de los recursos terrestres, y esto se increment� al cambiar la recolecci�n por la agricultura y la caza por la domesticaci�n de animales.

Estas caracter�sticas del comportamiento de la humanidad empezaron a cambiar cuando puso en pr�ctica t�cnicas primitivas que le permitieron transportarse a trav�s de los lagos y r�os, llegando posteriormente a la desembocadura de estos �ltimos en el mar; as�, empez� a navegar en aguas mar�timas.

Posiblemente sus primeros desplazamientos fueron muy cerca de la costa, debido a lo fr�gil que eran sus embarcaciones, y tuvo que pasar un tiempo para que se construyeran otras, capaces de resistir la fuerza de las marejadas; sin embargo, las ventajas que el mar les ofrec�a en la recolecci�n de alimentos eran superiores a las que les daba la tierra firme, ya que al bajar la marea lo �nico que ten�an que hacer era colectarlos, y no perseguirlos como a los animales terrestres.

Los nuevos asentamientos humanos en las costas fueron aumentando debido a las ventajas que �stas les ofrec�an en comparaci�n con las �reas continentales, no s�lo en la obtenci�n de su alimento, sino en el desplazamiento que podr�an realizar a trav�s de �l, para as� conquistar nuevas tierras; primero fueron las islas, despu�s los archipi�lagos y por �ltimo nuevos continentes. Estas migraciones resultaron muy importantes en la formaci�n del ecumene, es decir, la totalidad de la tierra habitada.

Dependiendo de las caracter�sticas de las costas y de la presencia de islas y archipi�lagos cercanos a ellas, la atracci�n que ejerc�an sobre el hombre era diferente; la mayor era la de los mares interiores, ya que permit�an mejor la navegaci�n por tener un oleaje y unas corrientes de poca intensidad; esto propici� que unas poblaciones se desarrollaran m�s que otras. Adem�s, algunas de estas colectividades humanas lograron dominar los medios de producci�n de alimento antes que otras, as� como los medios de navegaci�n, lo que hizo que al tener un desarrollo m�s acelerado, pudieran incursionar en el oc�ano con fines de conquista y sometimiento de poblaciones m�s atrasadas con lo que se empez� a estructurar una "sociedad clasista".

Otro de los motivos de atracci�n fue que el hombre descubri� que las costas le permit�an establecer fortalezas militares que le posibilitaban cuidar los productos que obten�a del mar y comercializarlos.

Es interesante observar, en este desarrollo de las comunidades humanas en las costas, la aparici�n de los piratas y filibusteros que se establecieron en lugares de dif�cil acceso del litoral o en islas, lo que, m�s que de la leyenda, dependi�, de la aparici�n del comercio mar�timo; de no llevarse a cabo, este tipo de poblaci�n no hubiera existido.

Desde el periodo en que los mares dejan de separar a los pueblos y los unen, permitiendo, inclusive, que individuos de razas provenientes de climas diferentes y con caracter�sticas som�ticas diferentes, se crucen entre s�, influyen considerablemente en la formaci�n de nuevos tipos dentro de las "razas humanas", debido a cruzas gen�ticas de las caracter�sticas biol�gicas, por ejemplo los tipos de transici�n entre los europoides y los negroides.

Figura 7. Tipos humanos.

Se considera que en el origen de muchos de los tipos raciales actuales influy� la posibilidad que el hombre tuvo para emplear el oc�ano como medio de comunicaci�n, y as� se piensa que el pueblo mexicano tuvo como sustrato racial inicial a los europeos y a los mongoles; y el brasile�o a los europeos y a portadores de caracteres de la raza ecuatorial de �frica.

Los contactos tempranos que pudo haber tenido la humanidad a trav�s de los oc�anos influyeron grandemente en la formaci�n de tribus, pueblos y naciones, no s�lo en sus caracter�sticas gen�ticas, sino en las �tnicas y en las ling��sticas.

Un ejemplo se puede observar al estudiar la compleja etnog�nesis del pueblo de las islas brit�nicas, cuyo desarrollo est� relacionado con la utilizaci�n de las v�as mar�timas de migraci�n. Se tienen pruebas hist�ricas de que la poblaci�n inicial de estas islas, en la �poca de la dominaci�n romana, eran diferentes tribus del grupo ling��stico celta; despu�s penetraron grupos pertenecientes a los anglos y sajones, de la familia ling��stica indoeuropea; despu�s llegaron los vikingos a varias islas y por �ltimo, a trav�s de la Mancha, los normandos.

Otro caso es la formaci�n del pueblo americano, el cual tuvo como componentes �tnicos a los que llegaron en diferentes etapas de distintos pa�ses de Europa, as� como a esclavos tra�dos por �stos de pa�ses africanos. Unos de los europeos pose�an una industria avanzada como Gran Breta�a, Alemania y Holanda; mientras que otros estaban m�s atrasados industrialmente y sufr�an una crisis agraria, como Espa�a.

A pesar de que conforme avanza el tiempo, la humanidad va logrando utilizar y dominar algunas caracter�sticas del oc�ano, todav�a su mayor actividad productiva y sus asentamientos se encuentran en tierra firme y es poco probable la existencia de una formaci�n pol�ticoestatal exclusivamente mar�tima.

Los factores que influyen para la distribuci�n de la poblaci�n en la costa son: los caracteres geogr�ficos naturales del lugar, el tipo y cantidad de recursos que existen, y el desarrollo socioecon�mico. De acuerdo con estas caracter�sticas, los asentamientos pueden ser transitorios o definitivos y cambiar los �ndices de densidad, de urbanizaci�n y de tipos de actividades relacionadas con el mar.

La distribuci�n contempor�nea de la poblaci�n humana del planeta ha sido estudiada por gran cantidad de autores, lleg�ndose a la conclusi�n de que se pueden localizar los asentamientos a diferentes distancias de las costas. A la comunidad que vive a una distancia de 50 kil�metros de la costa, se le puede considerar, sobre todo con los medios de transporte actuales, poblaci�n directamente litoral, y toda su actividad est� ligada �ntimamente con el mar.

A los n�cleos de poblaci�n asentados entre 50 y 200 kil�metros de distancia de la costa se les denomina poblaci�n industrialmente ligada al litoral, en esta regi�n la econom�a no depende totalmente de la actividad oce�nica; sin embargo, la poblaci�n recibe cierta influencia de la proximidad del mar.

Despu�s se encuentran las �reas a 500 o 1 000 kil�metros y las de m�s de 1 000 kil�metros de distancia, en las que la influencia del oc�ano es decreciente en relaci�n con su alejamiento de la orilla del mar.

Se ha calculado que, en la actualidad, la poblaci�n litoral directa e indirecta representa el 50.3%; mientras que la que recibe poca influencia del oc�ano es el 49.7% del total mundial.

La densidad de la poblaci�n de las zonas costeras es grande, alcanzando m�s o menos 80 personas por km², es decir, 2.5 veces superior al promedio total de la que habita en los continentes, lo cual indica la tendencia que ha presentado el hombre a desplazarse hacia estas zonas por las ventajas que representa la riqueza de sus recursos.

Distribuci�n de la poblaci�n en los continentes.

Continente
Distancia del mar y proporción de la población (%)

 
50 Km
50-200 Km
200-500 Km
500-1 000 Km
+ 1 000 Km
 
Europa
29.1
25.8
30.3
11.9
2.9
Asia
27.1
20.2
21.9
19.9
10.9
África
18.1
27.0
18.6
23.5
12.8
América del Norte
31.5
19.8
20.1
18.5
10.1
América del Sur
24.4
38.4
27.9
9.0
0.3
Australia y Oceanía
79.0
15.2
4.9
0.8
--

De las 183 ciudades llamadas "millonarias", por tener un mill�n o m�s de habitantes, 91 se localizan en la costa o en zonas pr�ximas a �sta. De las 20 que tienen m�s de 5 millones, 13 est�n en la orilla o cerca del mar.

Distribuci�n de las ciudades millonarias

Continente
Puertos
50 Km del mar
Interior
Total

Europa
15
4
30
49
Asia
25
10
34
69
África
5
--
4
9
América del Norte
14
6
16
36
América del Sur
7
3
8
18
Australia y Oceanía
2
--
--
2

Total
68
23
92
183

De acuerdo con las caracter�sticas de las costas y la antig�edad en que fueron fundadas las ciudades, se puede observar que en Europa, donde las costas son recortadas y las ciudades viejas, de las 49 que existen se encuentran 30 en el continente, mientras que en Asia son 35 de un total de 69 y en Am�rica Latina 10 de 18 las ciudades costeras.

Figura 8. Incremento de la poblaci�n mundial.

Entre las que tienen m�s de cinco millones de habitantes, 10 son puertos: Tokio; Shanghai, Calcuta, Bombay, Jakarta, Nueva York, Los �ngeles, Buenos Aires y R�o de Janeiro; a 50 km est� Se�l; y 7 se encuentran en el interior: Moseba, Par�s, Pek�n, El Cairo, Chicago, M�xico en su zona metropolitana y Sâo Paulo.

El desplazamiento de las poblaciones hacia la zona litoral se ha incrementado considerablemente a principios del presente siglo; se calcula que a menos de 100 km de distancia del mar viv�a aproximadamente el 25% de la poblaci�n mundial, mientras que en la actualidad se considera que es el 53%; esto se debe principalmente a que los pa�ses en v�as de desarrollo han tenido que buscar los recursos que el oc�ano les ofrece.

En algunas de estas �reas de la costa se est�n llevando a cabo esfuerzos para ganarle terreno al mar, como en el caso de los Pa�ses Bajos, en donde se trabaja sistem�ticamente en la conquista de terrenos costeros en la zona de bajos, o como en Jap�n, con los rellenos de tierra que se hacen en la bah�a de Tokio; tambi�n en M�xico esto se ha realizado en Campeche.

La estructura urban�stica de las ciudades costeras es muy caracter�stica y depende del relieve y de los contornos de la costa. Generalmente las poblaciones litorales se localizan en lugares protegidos contra el viento, con aguas de poca profundidad y con mareas y oleaje poco activos.

Usualmente estas caracter�sticas del litoral organizan el espacio que ocupa la ciudad, encontr�ndose la mayor�a de ellas en zonas donde existe una bah�a, seguida de un valle abierto que permita a sus pobladores realizar actividades de agricultura y ganader�a, adem�s de las que llevan a cabo para aprovechar los recursos marinos.

Por lo com�n en estas ciudades existe una primera calle paralela a la costa, que en M�xico recibe el nombre de "malec�n", y de ella parten calles perpendiculares y paralelas, dando una formaci�n rectangular o radial; cuando la planicie costera termina y empiezan las elevaciones del terreno, las calles tienen un trazo curvil�neo, para suavizar las subidas. Las instalaciones portuarias se establecen cerca de la orilla, junto con las tur�sticas.

La mayor�a de estas ciudades no se sostienen s�lo de la utilizaci�n de las riquezas del mar, ya que tambi�n desarrollan actividades agropecuarias y forestales, as� como tur�sticas, artesanales y comerciales. Para contar con el agua necesaria para la agricultura, se han establecido cerca de los r�os que desembocan en el mar, sobre los cuales navegan en peque�as embarcaciones, y utilizan sus caudales para bajar las maderas de la zona forestal.

El panorama actual de los asentamientos de poblaci�n en las costas permite distinguir varias regiones en el planeta.

La regi�n circumpolar tiene una distribuci�n muy caracter�stica de su poblaci�n, la cual es escasa y vive exclusivamente de los recursos del oc�ano, debido a que la tierra firme es est�ril al estar cubierta por una capa de hielo, como sucede con los esquimales de Groenlandia. Sin embargo, en esta regi�n circumpolar existen poblaciones que subsisten de la caza o cr�a n�mada de renos de la tundra o en el bosque-tundra, como los chukches y los koriakos, pueblos de la Uni�n Sovi�tica localizados en Eurasia.

En la regi�n del noroeste de Europa, los r�os Elba, Weser, Rin y T�mesis, que desembocan en el oc�ano, han permitido el establecimiento de grandes ciudades como Liverpool, Par�s y Hamburgo, que albergan la mayor poblaci�n de Europa, y su sost�n depende en mucho de actividades marinas como la pesca, el transporte, el comercio, el turismo y hasta la utilizaci�n de las mareas para la producci�n de energ�a el�ctrica.

En la regi�n meridional de Europa, formada principalmente por las costas del norte de �frica y todas las del Mediterr�neo, se localizan medianas y peque�as ciudades, as� como poblaciones rurales que dependen fundamentalmente de los recursos marinos, aunque, por su clima c�lido, tambi�n tienen buenos cultivos principalmente de c�tricos, vid, legumbres, etc., que refuerzan la econom�a de estas poblaciones litorales.

En las regiones de las costas oriental y occidental de Am�rica del Norte, se localizan franjas urbanizadas de gran densidad humana, como es la llamada "megal�polis" formada por las grandes poblaciones de Nueva York, Filadelfia, Boston, Baltimore y Washington, D.C., en la costa oriental; y la franja que va desde San Diego, California, hasta San Francisco en la costa occidental de Estados Unidos.

En estas dos franjas, que llegan a ocupar m�s de 1 000 km de longitud, existen multitud de puertos de diferentes dimensiones, en donde se establece la industria pesquera, la comercial y la de transporte mar�timo; entre estos puertos se encuentran playas en donde se construyen hoteles, centros deportivos, casas de verano, etc.; en todas estas actividades se desarrollan fuentes de trabajo que hacen que cada vez m�s poblaci�n se desplace hacia estas zonas.

En Am�rica del Sur destacan las poblaciones costeras que forman la regi�n oriental en Brasil y Argentina, en donde se localizan desde los peque�os puertos hasta los grandes industrializados. En estos pa�ses la llanura costera es grande, por lo que las actividades agropecuarias tienen mayor intensidad que las pesqueras. En Chile, por razones geogr�ficas, todas las ciudades importantes, con excepci�n de Santiago, est�n en la costa del mar, como Valpara�so y Antofagasta o en la ribera de los r�os, como Concepci�n y Valdivia.

La regi�n de las islas japonesas es una de las m�s pobladas del mundo, y las 4/5 partes de su poblaci�n viven en zonas ribere�as, en donde dependen de los recursos marinos y del cultivo de peces y de arroz en las zonas inundadas. En sus grandes ciudades como Tokio, Yokohama, Kawasaki, Osaka, Kyoto, etc., se encuentran grandes y medianos puertos, que pueden ser industriales, pesqueros o combinados, as� como numerosas zonas tur�sticas.

En la regi�n oriental del continente asi�tico se concentra la mayor parte de la poblaci�n de China, pero como sus llanuras entre la costa y sus monta�as son m�s extensas, depende fundamentalmente de actividades agropecuarias y del cultivo de especies acu�ticas, aunque en la regi�n de los esteros se localizan grandes grupos humanos formando puertos, como en Tanga y Xinganga.

Las islas de Indonesia representan otra regi�n densamente poblada, como es el caso de la isla de Java, considerada como una de las de mayor poblaci�n en el mundo; estas poblaciones se valen principalmente de los recursos del mar, empleando m�todos rudimentarios; algunas de ellas tienen plantaciones.

En la pen�nsula de Indost�n, entre el cauce de dos grandes r�os, el Ganges y el Brahmaputra, se establece una de las concentraciones m�s grandes de poblaci�n que viven del cultivo del arroz, y que se extiende hasta la costa de Malabar poblando una zona entre el Mar Ar�bigo y los montes Ghates occidentales, en donde la agricultura y el desarrollo industrial son m�nimos, lo que propicia que los habitantes tengan que depender casi exclusivamente de los recursos marinos.

En los litorales de �frica se pueden distinguir dos regiones, adem�s de la que forma parte de la cuenca del Mediterr�neo, y que son la costa oriental de �frica, que se extiende hacia el sur del ecuador, donde destacan los importantes puertos de Mombasa, Dar-es-Salam y Zanz�bar, y otros m�s peque�os corno Linde y Tanga, y en la costa occidental de �frica, en donde la densidad de poblaci�n es mayor, se han fundado puertos como: Dakar, Freetown, Monrovia, Takoradi, Puerto Novo, Puerto Gentil, Luanda, Puerto Alejandro y Puerto Nolloth, entre otros.

La poblaci�n que habita estas zonas costeras tiene caracter�sticas especiales: la gran mayor�a se encuentra s�lo temporalmente en las ciudades realizando actividades que les permiten aprovechar los recursos oc�anicos; la minor�a son gente que al nacer en la zona costera se establece de manera definitiva.

Esta mayor�a de la poblaci�n, en donde domina la edad "apta para el trabajo", se encuentra generalmente vinculada con la tierra firme, donde tiene su habitaci�n permanente y el lugar donde se abastece, y se puede dividir seg�n sus actividades en: tripulaci�n de los buques mercantes, personal de los barcos pesqueros y de otras industrias; tripulaciones de los buques de guerra, tripulaci�n y personal cient�fico y t�cnico de los buques de investigaci�n, contingentes de viajeros, turistas, y tripulaciones y usuarios de aviones que tocan puerto durante sus traves�as en los oc�anos.

Sin embargo, la tendencia hist�rica de la distribuci�n de la "poblaci�n ligada al oc�ano", indica que cada d�a un mayor n�mero de seres humanos se desplazan a las zonas costeras, con la esperanza de aprovechar los recursos que los mares les ofrecen. �Esperemos que est�n conscientes de lo importante que es hacer que esta utilizaci�n sea racional!

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