4. Un poco de econom�a

4. Un poco de econom�a


La Revoluci�n entre 1910 y 1930 es sangre, es violencia, es zozobra. Cambian los hombres en el poder y cambian las costumbres pol�ticas, pero los problemas de fondo, la situaci�n econ�mica con sus injusticias sociales, siguen siendo los mismos, a tal grado que se puede decir que hasta 1930, en Nayarit, la Revoluci�n se limita a un cambio pol�tico.

La situaci�n material despu�s de 20 a�os de revoluci�n no ha mejorado. Hasta puede que haya empeorado en ciertos sectores muy golpeados por las guerras civiles (1913-1920 y 1926-1929), como la miner�a, la ganader�a, el cultivo de la ca�a de az�car.

Cuadro que indica la producci�n de ciertos sectores con el crecimiento que hubo de los a�os de 1907 y 1927. Despu�s de 20 a�os de revoluci�n la situaci�n del ma�z, el tabaco, el frijol, la ca�a de az�car y el caf�, fueron golpeados por las guerras civiles. En 1927 subi� la producci�n en los cinco sectores.

La ca�a baj� casi 50%, el caf�, el frijol y el tabaco conocieron aumentos muy fuertes, y el ma�z subi� 30%, siendo el cultivo que ocup� la mayor superficie.

No hab�a entonces ninguna obra de irrigaci�n digna de tomarse en cuenta, y gran parte de las extensas haciendas quedaban sin trabajarse.

Las industrias dejaron de crecer por la casi incomunicaci�n en la cual qued� el estado durante muchos a�os y por la desconfianza de los due�os. Los obreros, desde 1916, se ven�an organizando en sindicatos y se sent�an apoyados por el art�culo 123 de la Constituci�n, que defini� las relaciones entre obreros y patrones.



1916 Sindicatos obreros de las f�bricas de bella Vista, y Jauja, Tip�grafos de Tepic.
1924 Sindicato obrero de la f�brica de Jauja. Primera Liga Agraria.
1927 Sindicato de obreros de oficios varios (Tepic).


Pero los sindicatos eran pocos y poco numerosos. Eso explica que no hayan podido mejorar mucho la situaci�n de los trabajadores frente a los negocios poderosos. Leemos en 1927 que "en las f�bricas de hiladores y tejidos el salario de los obreros es menor que el de los trabajadores del campo; pero en dichas f�bricas les venden los principales art�culos de primera necesidad a precios m�s baratos que en los mercados".

El trabajador agr�cola ganaba en 1927 un peso diario. �nicamente durante las cosechas de ca�a, tabaco y tomate llegaban a ganar $ 1.50 por ocho horas de jornada. Durante este periodo se solicitaba mucho trabajo de la mujer. En el empaque del tomate de exportaci�n ganaban hasta $ 4.00 diarios. Los ni�os pod�an trabajar en las cosechas y sus salarios variaban entre $ 0.75 y $ 1.50.

En los ingenios de Puga, la Escondida y el Molino, la situaci�n era diferente. el grupo m�s numeroso, sobre todo en la zafra, es el de los trabajadores del campo; el segundo grupo est� formado por los que trabajan en la maquinaria con que se elabora el az�car y los empleados administrativos. Los trabajadores de los talleres ganan m�s que los del campo. El salario m�ximo de un obrero es de $ 10.00 por una jornada de ocho a 10 horas, y la mayor�a de los obreros gana $ 5.00. En cambio el jornal m�ximo para los trabajadores del campo es de $ 5.00 y el jornal medio var�a entre $ 1.25 y $1. 50. Aun cuando no puede decirse que en todos los ingenios existen las mejores condiciones de vida, la situaci�n de los trabajadores es mejor que en las haciendas, las minas y las f�bricas.

MAPA 8. La propiedad en Tepic a v�speras del gran reparto agrario (1923);
mapa elaborado por Jean Meyer y Rodolfo �vila (CEMCA) a partir de la mapoteca
Orozco y Berra (M�xico D.F.)



Mapa que muestra la propiedad en Tepic a v�speras del gran reparto agrario del a�o 1923, elaborado por Jean Meyer y Rodolfo �vila. Se�ala 5 pueblos importantes y la capital de Tepic.

 

1 Fresnos 5 Pantanal
2 Isidre�o 6 Cofrad�a
3 El Gavil�n 7 Las Pilas
4 Puerta de Escobar  



Hab�a dos obst�culos m�s al desarrollo econ�mico de la regi�n.

Mal comunicado con los estados vecinos, Nayarit sufr�a adem�s de la falta de cr�dito. No hab�a pasado de la etapa del comerciante banquero y carec�a de banca especializada. La casa que se dedicaba a realizar operaciones de cr�dito era la de Delius y compa��a. La antigua firma alemana ten�a extensos cafetales, una f�birca de jab�n, y los �nicos almacenes en el puerto de San Blas. Su fama le hizo adoptar funciones bancarias, pero sin dejar de ser casa comercial privada. Prestaba fuertes sumas a gente modesta, y recib�a los ahorros de todos. De tal manera que cuando un buen d�a la casa Delius quebr� "hasta las totiller�as de Tepic temblaron", y en la calle se vieron colas inmensas de gente que trataba de recuperar su dinero.


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