VIVAMOS en paz
en medio de los que odian,
vivamos libres de rencor.
Vivamos libres de inquietud
en medio de los afligidos,
sanos entre los enfermos.
Vivamos con felicidad
en medio de los codiciosos,
libres y sin envidia.
Vivamos felices
sin llamar a nada "nuestro",
cual seres resplandecientes
que se nutren de alegrías.
Los ganadores cosechan odio
porque los vencidos sufren.
Sólo quien ha renunciado
a la victoria y a la derrota
encuentra la felicidad.
No hay fuego mayor que la pasión,
no hay peor pérdida que el odio,
no hay peor dolor que el cuerpo
ni mayor felicidad que la paz.
No hay peor enfermedad que el odio
y el hambre es la peor aflicción.
Los elementos dispersos y condicionados
son la principal fuente de dolor.
Quien esto sabe alcanza la felicidad.
Salud, satisfacción, confianza:
no hay mejor defensa ni mayor gracia.
La liberación es la mayor felicidad.
Quien conoce la dulzura
de la soledad y la calma,
está libre de temor y apego:
bebe el néctar de la ley.
¡Qué alegría ver a los elegidos
y procurar la compañía de los sabios!
Lejos de los necios se puede vivir feliz.
¡Qué placer es tratar con los sabios
como si fueran parientes o amigos!
Pero qué largo es el camino del hombre
que viaja en compañía de un necio.
es peor que vivir con un enemigo.
Sigue a los que han despertado,
a los buscadores del camino,
a los transformados, ¡síguelos!
como sigue la luna el camino de las estrellas.
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