Y todos los modernos sobreentienden,
quienes m�s, quienes menos,
esa
inmortalidad del otro lado
del agujero negro.
FLAUBERT:
Correspondence
�PARA el que sufre como yo he sufrido,
para el cansado coraz�n ya hu�rfano,
para el triste ya inerme ante la vida,
bendito agujero negro!
�Para el que pierde lo que yo he perdido
(luz de su luz y hueso de sus huesos),
para el que ni recobra ya ni olvida,
bendito agujero negro!
�Agujero sin l�mites, gigante
y medroso agujero,
c�mo intriga a los tontos y a los sabios
la insondabilidad de tu misterio!
�Mas si hay alma, he de hallar la suya errante;
si no, en la misma nada fundiremos
nuestras �ridas bocas, ya sin labios,
en tu regazo, f�nebre agujero!
4
de abril de1912 |