Donc, bonsoir, mignon, et à demain
(Palabras
que Ana me dej� escritas una
noche
en que tuvimos que separarnos.)
�BUENAS noches, mi amor, y hasta ma�ana!
Hasta ma�ana, s�, cuando amanezca,
y yo, despu�s de más de cuarenta a�os
de incoherente so�ar, abra y estriegue
los ojos del esp�ritu,
como quien ha dormido mucho, mucho,
y vaya lentamente despertando,
y, en una progresiva lucidez,
ate los cabos del ayer de mi alma
(antes de que la carne la ligara)
y de hoy prodigioso
en que habr� de encontrarme, en ese plano
en que ya nada es ilusi�n y todo
es verdad...
�Buenas
noches, amor m�o,
buenas noches! Yo quedo en las tinieblas
y t� volaste hacia el amanecer...
�Hasta ma�ana, amor, hasta ma�ana!
Porque, aun en cuando el destino
acumulara lustro sobre lustro
de mi prisi�n por vida, son fugaces
esos lustros; sucédense los días
como rosarios, cuyas cuentas magnas
son los domingos...
Son los domingos, en que, con mis flores,
voy invariablemente al cementerio
donde yacen tus formas adoradas.
�Cu�ntos ramos de flores
he llevado a tu tumba? No lo s�.
�Cu�ntos he de llevar? Tal vez ya pocos.
¡Tal vez ya pocos! �Oh, qu� perspectiva
deliciosa!
�Quiz�
el carcelero
se acerca con sus llaves resonantes
a abrir mi calabozo para siempre!
�Es por ventura el eco de sus pasos
el que se oye, a trav�s de la ventana,
avanzar por los quietos corredores?
�Buenas noches, amor de mis amores!
Hasta luego, tal vez...,o hasta ma�ana.
25
de junio de 1912 |