BIEN s� que no puedes,
pobrecita m�a,
venir a buscarme.
�si pudieras, vendr�as!
Acaso te causan
dolor mis fatigas,
mis ansias de verte,
mis quejas bald�as,
mi tedio implacable,
mi horror por la vida.
�No puedes traerme consuelo!
�Si pudieras, vendr�as!
�Qu� honda, qu� honda
debe ser la sima
donde caen los muertos,
pobrecita m�a!
�Qu� mares sin playas
qu� noche infinita
qu� pozos danaideos,
qu� fieras estigias
deben separarnos de los que se mueren
desgajando en dos
almas una misma,
para que no puedas venir a buscarme!
Si pudieras, vendr�as...
11
de julio de 1912 |