REGIONES FRÍAS DEL NORTE

Cuando se considera en su totalidad al hemisferio norte, se observa que sus aguas frías, llamadas boreales árticas, están pobladas por una fauna diferente a la que habita en las regiones cálidas, tropical y subtropical. Sin embargo, la zona templada boreal ártica puede considerarse como de transición, ya que en ella se encuentran familias de organismos representadas tanto en la región ártica como en las tropicales y subtropicales, variando únicamente su número.

Cuando se observa al océano se pueden distinguir diferentes zonas desde las regiones templadas a las frías del norte entre ellas están: la mediterránea-atlántica, el mar de la región sarmática, el Atlántico Norte, el Mar Báltico, el Océano Ártico y el Océano Pacífico Norte.

La zona mediterránea-atlántica está localizada al oeste del Mediterráneo y regiones próximas del Océano Altántico desde Cabo Blanco, en la costa africana, hasta el Canal de la Mancha. En toda esta área se encuentran una flora y fauna con límites bien definidos o con organismos que ocupan zonas de transición.

La porción sur de esta zona mediterránea-atlántica ha sido denominada como región de Mauritania, y el norte como Lusitania, ésta última se extiende hasta el norte y se une a la región boreal; o sea, las regiones frías o templadas del hemisferio norte.

Como organismos endémicos se encuentran el "coral precioso", de la especie Coralium rubrum, que habita al sur de la región mediterránea y de Mauritania hasta las islas de Cabo Verde, igual que la pluma de mar Penatula rubra y 10 de las 18 especies de cefalópodos de la familia Sepionidae, muchas de ellas exclusivamente del Mediterráneo.

El 40% de los equinodermos que los investigadores han identificado en esta zona y que viven sobre los bancos continentales también son endémicos o de distribución restringida y quizá un 15% de ellos estén confinados al Mediterráneo.

Un caso curioso se ha presentado en la distribución de organismos del Mediterráneo y del Mar Rojo: como no existían conexiones directas entre los dos hasta la terminación del Canal de Suez en 1869, la fauna de las dos áreas estaba formada por especies diferentes.

Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge desarrollaron una serie de investigaciones en el canal a partir de 1924, donde se observó que muchas de las especies, principalmente de animales, encontradas en el canal llegaron del Mar Rojo debido a que fueron transportadas por las fuertes corrientes mareales. Los peces, a causa de su mayor capacidad natatoria, entraron en el canal por ambos extremos, llegando hasta el este del Mediterráneo y realizándose algunos cruzamientos de ellos en ambas direcciones.

El primitivo Mar Tethys, que hace miles de millones de años cubría gran porción del este de Europa y el oeste de Asia, se separó del Mediterráneo formando la zona conocida como región sarmática a la cual pertenecen las áreas de los actuales Mar Negro y Mar Caspio.

Durante un tiempo el Mar Caspio estuvo conectado con el Lago Aral, por lo que las especies que lo habitan eran salobres y estaban mezcladas en una considerable extensión con formas de agua dulce; actualmente, sólo restos de estos primeros organismos se encuentran en el Azov y en varios estuarios y lagunas del Mar Caspio.

Las especies que se localizan en el Mar Negro son en su mayoría de origen mediterráneo y pueden tolerar las bajas salinidades del Mar Negro; un número menor de ellas están limitadas a lagunas y estuarios más salobres.

El Atlántico Norte es una de las regiones oceánicas más estudiadas de todas, pero es difícil establecer sus límites biogeográficos debido a los cambios graduales en la temperatura del agua en dirección norte-sur, la falta de barreras físicas efectivas y el hecho de que las fluctuaciones estacionales en la temperatura han ocasionado que los organismos se adapten a soportar amplios cambios en la temperatura durante su vida diaria.

Muchas especies endémicas se encuentran a ambos lados del Atlántico, donde los tipos de corrientes siguen direcciones determinadas que hacen que las especies de aguas superficiales americanas sean transportadas más hacia Europa que a la inversa. El resultado es que la mayoría de las especies americanas vivan en ambos lados del Atlántico, mientras que el lado europeo contiene un número mayor de especies europeas características.

Una de las especies más abundantes en las aguas pelágicas del Atlántico norte es el copépodo del género Calanus, que constituye grandes enjambres estacionales que sirven de alimento al arenque. Esta abundancia de zooplancton hace que la región sea de alta productividad marina, por lo que en sus aguas se mantienen algunas de las pesquerías más productivas del mundo, como las del arenque, el bacalao, el robalo y la platija.

El Mar Báltico se extiende desde el Mar del Norte, entre las regiones escandinavas y el resto de Europa, con un área de superficie de 422 mil kilómetros cuadrados, que constituye en la actualidad la extensión más amplia en el mundo de aguas salobres; en este mar la salinidad cambia estacionalmente, según la circulación de las aguas marinas y el flujo del agua dulce.

El número de especies de vegetales y animales marinos que lo habitan decrece hacia el interior, mientras que el de formas de aguas salobres y dulces aumenta. Algunos de los peces del Mar del Norte se encuentran a veces en el Báltico, en las bocas de los golfos, siendo uno de los más comunes una raza de arenque de agua salobre que es de importancia económica en toda la región. Además, se debe considerar que parte de los golfos de Bothnia y Finlandia están helados durante 5 o 6 meses cada invierno.

La zona del Océano Ártico es una gran extensión casi terrestre, ya que hacia él se proyectan todas las puntas del norte de los continentes. Comunica con el Atlántico Norte en el umbral relativamente superficial de Nansen, este de Groenlandia y formaciones similares que cruzan el Estrecho Davis y el oeste de Groenlandia. Su comunicación con el Pacífico Norte a través del Estrecho de Bering está más restringida.

Las aguas costeras y la capa superficial del Océano Ártico están fuertemente influidas por el desagñe de la tierra que le rodea, la fusión del hielo y el influjo del agua del Pacífico Norte, que tiene una salinidad inferior a la del Atlántico por lo que el Ártico presenta una salinidad baja y durante el mayor tiempo con temperaturas por debajo del punto de fusión.

Todo el tiempo el Océano Ártico está parcialmente cubierto por una placa de hielo generalmente de dos o tres metros de espesor, pero en los grandes islotes, construidos a partir de bancos de hielo a lo largo del noroeste de Canadá, puede tener más de 12 metros de grosor. Cuando se derrite este hielo diluye el agua de la superficie.

La vegetación y fauna ártica son en general más pobres en diversidad de especies que las de latitudes inferiores, aunque aparecen formando enormes poblaciones y comprenden una proporción elevada en especies endémicas. Se encuentran presentes unas 80 especies de peces que pertenecen a 45 géneros, siendo 48 especies las que se localizan en otros lugares, como en la parte superior del Báltico.

El corto verano ártico es una estación de intenso crecimiento y reproducción del plancton, abundando diatomeas y el copépodo Calanus, que puede presentar dos o más épocas reproductoras en un año en las latitudes más al sur, pero sólo una en el Ártico.

La última zona de las regiones frías del norte es la del Pacífico norte, en cuyo alrededor se forman los bancos continentales como un gran arco ininterrumpido, desde la parte inferior de California hasta Japón ya que el Estrecho de Bering está cubierto por aguas superficiales.

En esta área, a lo largo de la costa norteamericana pacífica, se encuentra un alto grado de endemismo, en contraste con las costas europeas de Atlántico, en las que existe un número corto de organismos endémicos.

El norte de América y el Pacífico son considerados como el área principal del mundo en cuanto al número y variedad de estrellas de mar. Entre los moluscos, los pulpos del género Octopus, los quitones y los gasterópodos bucínidos son los más desarrollados en el norte del Pacífico americano. Entre los peces, 18 de los 20 géneros de peces mareales son endémicos en el Pacifico norte de América; los otros dos se encuentran en el Japón.

En la actualidad, estas regiones frías del norte se consideran como las de mayor productividad, ya que en ellas se localizan las grandes pesquerías que forman el 70% del total de la captura mundial y el entendimiento de su biogeografía permitirá conocer nuevos recursos, aumentando así las posibilidades de incrementar la producción mundial de alimentos.

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