V. ANIMALES MARINOS COMEDORES DE VEGETALES

LA COMPLEJA trama de alimentación que se desarrolla en el mar se encuentra en un estado permanente de equilibrio dinámico y va desde los vegetales o pasturas del mar, formados principalmente por fitoplancton, pasando por los animales herbívoros que se alimentan de plancton, hasta los de presa que comen a los herbívoros y se devoran entre ellos mismos. La mayor parte de la materia orgánica y de los nutrientes esenciales en suspensión que han sido aprovechados por las poblaciones animales, son transformados a la forma inorgánica por la acción bacterial para ser utilizados de nuevo en la nutrición de las plantas.

Se considera que la cosecha sin recoger de las plantas terrestres que están vivas en un momento dado, es del orden de los 10 billones de toneladas, y aunque el índice anual de producción de materia orgánica en el mar es aproximadamente el mismo que el de la tierra, esas acumulaciones orgánicas no ocurren en los océanos. La cosecha sin recoger de la vegetación marina probablemente nunca supera los mil millones de toneladas, esto es mil veces menos que la de la tierra, la cual se debe a la rápida rotación que sufre la materia orgánica marina en comparación con la terrestre.

La mayor parte de los animales, marinos que se alimentan de vegetales, es decir, los fitófagos, lo hacen capturando plancton; sin embargo, algunos otros comen vegetales macroscópicos como algas y fanerógamas. Estas plantas macroscópicas se encuentran restringidas a una estrecha zona que circunda a los continentes y a las islas, llamada región litoral.

De estos vegetales macroscópicos, normalmente fijos al fondo por medio de raíces, como en el caso de las fanerógamas o por rizoides como en las algas, se alimentan muchas especies de animales que de esta forma asimilan directamente las sustancias sintetizadas por las plantas, sin intermediarios de ninguna clase.

Los organismos del litoral presentan interesantes adaptaciones a este medio tan exigente. Los vegetales que viven sobre las rocas se fijan fuertemente a ellas por medio de raíces y los animales lo hacen con discos adhesivos para resistir la fuerza de los embates de las olas y así poderse alimentar comiendo estos vegetales.

Los gusanos planos llamados policladidos, a los que pertenecen las "planarias marinas", que viven debajo de las rocas de la región litoral y presentan una cavidad digestiva permanente, llamada intestino, formado por varias ramas y al que deben su nombre de policladidos. Este intestino es un saco ciego con una boca que sirve como órgano de ingestión y de egestión; por ella el animal saca una faringe en forma de cortina circular fruncida, con la que captura pequeñas algas que están adheridas a la roca y las ingiere para digerirlas en sus ramas intestinales y pasarlas a todo su cuerpo para su asimilación.

Los nemátodos o gusanos redondos que viven en el mar, se alimentan de diatomeas y de algas, y tienen su aparato digestivo completo, es decir, presentan boca por donde ingieren y ano por donde realizan la egestión. La boca se abre en una cápsula bucal, algo tubular, revestida por una cutícula que tiene rugosidades y placas con las que machacan sus alimentos. En la faringe muestran glándulas que segregan enzimas con las que inician la digestión de las partículas alimenticias; de esta faringe parte un largo tubo intestinal que recorre todo el cuerpo del animal, y de ahí pasan las sustancias digeridas al organismo a través del sistema circulatorio para asimilarse; los desechos salen por el ano, que se localiza en el extremo posterior.

Los poliquetos marinos son gusanos anillados o anélidos muy comedores, que pasan inadvertidos a los observadores por vivir en tubos donde se ocultan; son muy utilizados para cebar los anzuelos como la especie "arenícola marina" arenícola de los pescadores y los "nereis" que viven debajo de las conchas o rocas. Muchos poliquetos son notablemente bellos y pueden presentar coloraciones rojas, rosadas o verdes, o poseer una combinación de colores; algunos son iridiscentes. Su aparato digestivo ya presenta en la boca un par de mandíbulas con las que desgarra las algas de las que se alimenta.

En el grupo de los moluscos se encuentra la mayoría de los animales marinos comedores de vegetales; se alimentan de algas como las clorofilas de los géneros Ulva, Cladophora y de muchas feofitas que viven fijas en las rocas.

Para triturar los vegetales, los moluscos presentan en la boca una estructura llamada "rádula", órgano masticador estructurado por una base cartilaginosa alargada que lleva gran número de filas de dientes quitinosos, que caen a medida que se desgastan y son remplazados por otros que se forman en el llamado saco radular localizado en la parte inferior de la boca.

En muchas especies de moluscos herbívoros, la boca se continúa por un esófago alargado que forma una especie de buche antes de desembocar en el estómago. Este buche actúa como una estructura temporal de almacenamiento, donde las enzimas procedentes de las glándulas salivales y digestivas comienzan el proceso de digestión de los alimentos.

Los moluscos sin concha de los géneros Doris y Clione, llamados comúnmente "babosas de mar " se mueven rítmicamente entre las algas macroscópicas utilizando las prolongaciones laterales de su cuerpo; son comedoras de algas pluricelulares muy voluminosas y presentan un buche revestido de placas quitinosas que funciona como una molleja al ayudar a triturar el alimento. Las glándulas salivales de este animal secretan como enzima digestiva la amilasa que desdobla los almidones mientras que las glándulas digestivas forman proteasa y lipasa para procesar prótidos y lípidos respectivamente. Estos nudibranquios trituran las frondas de las algas con su aparato bucal.


Figura 10. Nudibranquios comedores de vegetales marinos.

Las lapas del género Patella y los abulones Haliotis están adheridos fuertemente a las rocas y se alimentan de las algas que ahí encuentran. Cuando se desprenden de su lugar, se distingue fácilmente su área de acción por la huella que dejan, mientras la zona periférica de esa área presenta algas en mayor desarrollo.

Los quitones, moluscos que viven adheridos a las rocas con su concha formada por ocho llamativas placas, se alimentan de algas unicelulares y pluricelulares que obtienen por el raspado de la superficie de las rocas que realizan por medio de su aparato bucal, que tiene una rádula compleja, con la cual primero prueba el sustrato y después la utiliza para separar las algas; cuando retrae las partículas alimenticias, éstas llegan a la cavidad bucal donde son dirigidas al esófago y posteriormente al estómago para realizar la digestión. La secreción salival de estos animales no tiene sustancias digestivas, simplemente actúa como lubricante de la rádula y como medio de transporte de las partículas alimenticias.

El caso de enormes moluscos tropicales del género Strombus es muy interesante, ya que durante mucho tiempo se creyó que estos animales, muy apreciados por los buenos comedores, eran de rapiña, debido a su gran agilidad y al enorme desarrollo de sus ojos; en realidad su buena vista y su velocidad les permiten, ante todo escapar del ataque de otros moluscos gasterópodos verdaderamente carnívoros, como los fasciolarios; los estrombos son pacíficos herbívoros que se alimentan de pequeñas algas blandas y a veces, incluso de vegetales unicelulares de la película del sedimento del fondo marino.

Entre los moluscos se pueden considerar como fitófagos a los teredos que horadan la madera, alimentándose también de ella, gracias a que en sus jugos digestivos tienen una enzima capaz de digerir la celulosa; estos moluscos causan grandes daños en los pilotes de madera de los muelles y en los cascos de los barcos. El procedimiento más empleado para evitar las invasiones de estos animales es el creosotado de las maderas que se utilizan para las embarcaciones.

Figura 11. Limulus o cacerolas de mar; se alimentan de algas.

Entre los artrópodos animales que tienen apéndices articulados se encuentran varios grupos marinos cuya dieta alimenticia está formada por vegetales y para obtenerlos poseen apéndices especializados.

Los Limulus, artrópodos que viven desde épocas remotas por lo que se les ha llamado "fósiles vivientes" y que pertenecen al grupo de los arácnidos, se alimentan de algas que habitan en los fondos marinos aunque complementan su dieta con sustancias orgánicas en descomposición y otros organismos. El alimento es capturado por apéndices quelados, es decir, que terminan en una pinza, pasándolo a la boca que consta de un par de mandíbulas con las que lo maceran, continuando su camino al interior del tubo digestivo hasta una molleja de poderosas paredes musculares con dentículos donde se termina su trituración; las partículas grandes no digeribles son expulsadas por la boca mediante regurgitación.

Dentro del grupo de los crustáceos los más conocidos son los decápodos que incluyen a los cangrejos, camarones, langostas, etcétera y que utilizan una gama muy amplia de dietas y mecanismos de alimentación. La mayoría son filtradores de plancton y de detritos; otros son carnívoros; otros más, herbívoros y muchas especies de crustáceos emplean varios de los métodos de alimentación; por ejemplo, el cangrejo azul Calinectes, es consumidor de materia orgánica descompuesta y complementa su dieta filtrando plancton y comiendo vegetales macroscópicos y animales vivos pequeños.

Otro grupo de animales bien conocido es el de los equinodermos, al que pertenecen los erizos y las estrellas de mar, que virtualmente se han convertido en el símbolo de la vida marina. Los erizos de mar se alimentan tanto de vegetales como de animales; poseen un aparato masticador altamente desarrollado llamado "linterna de Aristóteles", formado por cinco grandes placas calcáreas que terminan en una especie de diente puntiagudo, siendo este aparato sumamente eficaz para separar a las algas de la roca donde viven y para la masticación; la digestión de los erizos no es rápida, ya que el consumo de un manojo de algas puede prolongarse durante semanas.

En los peces es frecuente encontrar especies fitófagas, que presentan una dentición especialmente adaptada para cortar y masticar a los vegetales, con dientes terminados en bisel, los incisivos con los que cortan y otros, los molares, que son planos y con los cuales machacan. Esta dentición se puede observar claramente en los sargos.

Otros peces pueden comer, además de vegetales, detritos o animales, y por lo tanto son omnívoros; un caso de este tipo de alimentación lo presentan las "lisas". Algunas especies de peces tienen la costumbre de frotar los flancos de su cabeza con el fin de desprender las algas y poder comérselas, efectuando el corte por medio de los bordes dentados de los huesos que rodean al ojo; estas especies son extraordinariamente móviles.

Entre el grupo de los reptiles está la familia de los quelonios adaptados a la vida marina. La mayoría de estas tortugas que pueblan los océanos en las regiones tropicales y templadas presentan una longitud de más de un metro, siendo algunas devoradoras de peces y otros animales marinos; sin embargo, existen especies que son exclusivamente vegetarianas.

La tortuga verde también llamada franca o comestible, y por los científicos Chelonia midas, mide un metro de longitud y es muy apreciada por el sabor de su carne; a veces puede encontrarse en alta mar, pero normalmente vive cerca de la costa ya que se alimenta de vegetales, en especial de fanerógamas como la zoostera, plantas que crecen solamente a escasa profundidad.

Estas grandes tortugas, generalmente reunidas en pequeños grupos flotan en la superficie o nadan lentamente en el seno del agua, navegando cerca de las costas de países cálidos; el espectáculo, de las bandadas de tortugas que flotan sobre las olas es tan frecuente como el de los peces voladores. De vez en cuando se trasladan a 50 o 100 metros de la costa y descienden al fondo para acarrear y engullir penachos de la zoostera. Los lugares donde abundan estos reptiles se reconocen fácilmente por la gran cantidad de fragmentos de plantas que flotan en la superficie del agua.

Los sirenios son un grupo de mamíferos acuáticos que poseen el aspecto de una tosca foca: su cabeza es gruesa, desgarbada y sus ojos continuamente velados por la surcación de las glándulas lagrimales, apenas se distingue del resto del cuerpo ya que su cuello presenta extrema brevedad; su tronco es cilindro-cónico y va estrechándose progresivamente hacia la punta posterior, donde existe una aleta colocada horizontalmente; las extremidades anteriores son muy cortas y se hallan transformadas en aletas, las posteriores se encuentran reducidas totalmente.

Como representantes de estos mamíferos marinos están los dugongs, que comprenden muy pocas especies entre ellas el "dugong de Hemprich" conocido desde lejanas épocas por los pueblos situados a orillas del Océano Índico, así como por los marineros chinos, indios, árabes y somalíes. Los dugongs no viven formando grandes manadas, sino en grupos de pocos individuos y con frecuencia aislados; aun cuando algunas veces pueda vérseles en alta mar, suelen hallarse más a menudo en las inmediaciones del litoral junto a las desembocaduras de los ríos donde cuentan con el alimento adecuado.

Para alimentarse estos torpes animales se arrastran lentamente por el fondo y, valiéndose de sus grandes labios, arrancan manojos de diversas algas y de fanerógamas marinas del tipo de las zoosteras y halófitas.

A causa de ello, es fácil encontrar a los dugongs gigantes en las grandes praderas submarinas constituidas por estas plantas, a poca distancia de la superficie. Una vez satisfecho su apetito se tienden sobre el fondo para descansar y de vez en cuando, suelen sacar únicamente la cabeza, abren los orificios nasales para expulsar, con un poderoso resoplido, el aire viciado y aspirar nuevo desapareciendo inmediatamente. Agotadas las hierbas de determinado paraje, la familia se aleja de él llevando a cabo migraciones de cierta consideración, siempre dentro de aguas calientes o templadas.

Figura 12. Dugong.

El manatí, otro mamífero acuático, es un ser torpe que alcanza tres metros y medio de longitud y puede permanecer largas horas inmóvil en el mismo lugar. Cualquier observador le juzgaría más bien un escollo de rara forma que un animal vivo. Aislados o reunidos en pequeños grupos integrados por un macho una hembra y algunos jóvenes de diferentes edades, estos sirenios no se alejan casi nunca de la costa y prefieren los bajos fondos arenosos o lodosos con abundancia de algas y plantas superiores. Durante el día no se atreven a asomar sino el hocico para respirar; por la noche, en cambio se aventuran casi hasta la orilla, sacan del agua la gran cabeza y, valiéndose de los robustos labios, arrancan manojos de hierbas que luego trituran con unas láminas córneas que tienen en su boca, produciendo un ruido semejante al de las vacas mientras pastan, de ahí quizá el nombre vulgar que reciben de "vacas marinas".

El manatí ha sido siempre objeto de persecución, aún en la actualidad su vida no resulta placentera. Su carne, que los indígenas consumen fresca, secada al sol o ahumada tiene buen sabor y su grasa es muy buscada, ya que se usa como condimento. Goza también de gran aprecio su piel, con la cual se confeccionan correas muy resistentes; en la época de la esclavitud los denominados látigos de manatí eran fabricados con la piel de estos animales.

El estudio de la alimentación de los animales marinos que comen vegetales tiene gran importancia para entender las cadenas de alimentación y aprovechar la productividad del mar.

Se ha demostrado que son muy variadas las especies que se alimentan de la vegetación macroscópica de los océanos, pero es el fitoplancton el que tiene a su cargo, principalmente, la producción de materia orgánica en el mar; sin embargo, para los naturistas el arreglo tanto en su forma como en su función, que presentan los animales marinos para poder alimentarse de los vegetales es de gran interés para aclarar como se inicia la trama de alimentación oceánica.

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